Los sonidos ensoñadores de la artista turca evocan emociones de lo conocido y recuerdos de lo desconocido. Carlita tiene una amplia formación clásica, suele tocar el violonchelo y su habilidad con la guitarra la ha desarrollado desde muy joven. Conocidos por lo inesperado, los sets de Carlita se caracterizan por ser expediciones emocionales que pretenden llevarte a través de viajes musicales llenos de selecciones espontáneas concebidas a través de la pista de baile y para la pista de baile. Sus sonidos melancólicos y llenos de vida que van del indie al disco, pasando por el minimalismo y mucho más. Se puede decir que su sensibilidad musical tiene un significado más profundo, ya que es sinestésica. Su enfoque clásico de la música electrónica aporta un carácter único a su sonido, que se percibe en la ecualización de las armonías de sus producciones.